Érase en un pueblo muy desolado donde casi nadie vivía, excepto una señora que contaban que lo único que hacía era estar desnuda y coser.
No se la conocía casi nada, ella era muy solitaria.
A través de la ventana se la observaba que estaba desnuda.
Se notaba mucha tristeza en ella desde lo lejos a través de la ventana. Se decía que la habían violado en un callejón del pueblo y producto de esta violación ella quedó embarazada.
Hasta el día de hoy no se sabe casi nada de esta mujer extraña, sólo que está muy triste y sigue desnuda y cosiendo en su sillón, y se la observa a través de la ventana.
Cristina Figueroa, 2do año (Relato sobre "El despertar de la criada", de Sívori)
Está muy bueno!!!
ResponderEliminarFelicitaciones para todos los que escribieron, volcando sus reflexiones, su experiencias, sus deseos en esta revista.
Grande Ama! Ahora vas a poder volver a dormir temprano
Carla